miércoles, 11 de abril de 2012

Domingo II de Pascua - Jn 20,19-31

También en esta ocasión la narración transcurre en domingo. Ya desde los primeros escritos del Nuevo Testamento se quiere subrayar la centralidad de este día, día de la resurrección del Señor.

Antes de la experiencia de la resurrección de Jesús las actitudes de los discípulos son de miedo e incredulidad. El encuentro con el Resucitado cambiará sus vidas. Ahora el miedo se ha convertido en paz y alegría, y la incredulidad en fe profunda y vida.

Nosotros, creyentes actuales, somos invitados a participar de esta experiencia: «Dichosos los que crean sin haber visto» El evangelista hace un guiño a los oyentes y lectores de este evangelio, a todos los que no hemos contemplado a Jesús resucitado, pero sí podemos participar de esa experiencia a través de la fe. Todos somos invitados a experimentarlo con toda su fuerza transformadora: nuestras vidas cambiarán.

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