tag:blogger.com,1999:blog-10197150817796270962024-02-21T16:06:07.907+01:00javier velasco-ariasBlog de un entusiasta de la BibliaAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.comBlogger622125tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-69391407407491010942018-11-01T10:00:00.000+01:002018-11-01T10:00:08.871+01:00Domingo XXXI del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 12,28b-34<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFEh3VWHJH5i7HZRhz-_8tslzNfjRFKjBhw7uXUgnyJj77yxiwvZqBdaSJfjnr6-RUOFKd0QaGs83J9ot5Jh_TgO90BN_djXWA16rDXlGorkFiO7704zBf3SZfFhvfqr_BvNsKmUoGuQ/s320/shema.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="320" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFEh3VWHJH5i7HZRhz-_8tslzNfjRFKjBhw7uXUgnyJj77yxiwvZqBdaSJfjnr6-RUOFKd0QaGs83J9ot5Jh_TgO90BN_djXWA16rDXlGorkFiO7704zBf3SZfFhvfqr_BvNsKmUoGuQ/s320/shema.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Texto del <i style="background-color: white; color: #333333; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 12.3648px;">Shema</i><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: 12.3648px;">, en hebreo</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">La primera lectura, del libro del Deuteronomio, prepara la
respuesta de Jesús en el evangelio de este domingo. A la pregunta sobre cuál es
el primer mandamiento, Jesús responderá con el inicio de la oración del <i>Shema</i>
que todo judío religioso repite, al menos, dos veces al día, a la mañana y al
atardecer: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente,
con todo tu ser.» Es como si Jesús le dijese: estás rezándolo cada día y no
terminas de darte cuenta que eso es lo nuclear, lo realmente importante, el
fundamento de toda la existencia. También a nosotros nos puede pasar que de
tanto repetir el <i>Padrenuestro</i> hayamos olvidado que Dios es nuestra Padre
amoroso, al que debemos amor por encima de todo.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">La segunda parte de la respuesta es una consecuencia lógica.
Un amor a Dios que no se materializa en un amor concreto al prójimo es una
quimera, es autoengaño, es hipocresía.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-51133180993706867792018-10-31T10:00:00.000+01:002018-10-31T10:00:02.546+01:00Celebración de «Los fieles difuntos» - Jn 14,1-6<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt-zhwVeHIqPx-xOQAIYoUWKbUeS7TLXSwi4XB28iibQvdmizBqhmLIGNblrtO0Vr9sdoMEHTQXVzUszVyTdjETKHzENwGqXlzdtEWZghTNRMbge-QiNWfk8ZZXRLj8TVoOsE43WTemg/s320/cementerio.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="215" data-original-width="320" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgt-zhwVeHIqPx-xOQAIYoUWKbUeS7TLXSwi4XB28iibQvdmizBqhmLIGNblrtO0Vr9sdoMEHTQXVzUszVyTdjETKHzENwGqXlzdtEWZghTNRMbge-QiNWfk8ZZXRLj8TVoOsE43WTemg/s320/cementerio.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Estoy
convencido que nuestros difuntos, familiares y amigos, por los que hago oración
hoy (y en tantas ocasiones) ya han sido honrados en la fiesta del día anterior, de «Todos los santos»; ya disfrutan de la plenitud
del amor que es el cielo, que es Dios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">La fe nos hace percibir que somos «ciudadanos del
cielo» (segunda lectura); aunque, eso sí, pisando firmemente con los pies en la
tierra. Nos fiamos de Jesús, y Él afirma que «en la casa de mi Padre hay muchas
estancias»; hay sitio para todos y todas. El «camino» nos lo mostró Jesús,
mejor, es Jesús.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-size: large;">Jesús es el camino, el auténtico camino, que nos
lleva a la verdad, a la verdad en plenitud. Su persona, su mensaje, su proyecto
no son una quimera. Otro mundo es posible, es factible una realidad más justa,
donde sea respetada la dignidad de cada persona, de cada individuo, donde cada
ser humano considere hermano a cualquier otro ser humano. Los discípulos y
discípulas de Jesús tenemos la tarea, el compromiso de hacerlo posible. Ese
«camino», esta «verdad» nos llevarán a la «vida», a la auténtica «vida», a la
«Vida» con mayúscula. Nuestros seres queridos, que nos han «dejado»
momentáneamente, ya están disfrutando de esa Vida, que comenzaron a construir
aquí.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<o:p></o:p></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-89386751533898804442018-10-28T10:00:00.000+01:002018-10-28T10:00:02.816+01:00Celebración de Todos los Santos - Mt 5,1-12a<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdFiApIv_i-HK7ClDa2tm9dIk176WCr6_WGCcIVwIRWIiW1iZN7BxytaqwcdxZJT7lsalF3IHRbDKTGm79zbac54vsyFvC1wa6O_kZn_fgH9LNymZJNGydGTR_7QsBMuFc9NoRZfj_bw/s400/Lugar+bienaventuranzas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="293" data-original-width="400" height="234" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdFiApIv_i-HK7ClDa2tm9dIk176WCr6_WGCcIVwIRWIiW1iZN7BxytaqwcdxZJT7lsalF3IHRbDKTGm79zbac54vsyFvC1wa6O_kZn_fgH9LNymZJNGydGTR_7QsBMuFc9NoRZfj_bw/s320/Lugar+bienaventuranzas.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lugar de las Bienaventuranzas, Israel</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">El
evangelio que leemos / escuchamos en la celebración del día de «Todos
los Santos», es el llamado «Sermón de la montaña», del evangelio de Mateo,
donde Jesús enseña quienes son los «dichosos», los «bienaventurados». El número
de los que están ya disfrutando del amor en plenitud, de Dios, es incontable
(primera lectura, del libro del Apocalipsis); cada uno de nosotros ha conocido,
conoce a un buen número de ellos y de ellas. Ya no están físicamente entre
nosotros, pero siguen presentes de alguna manera, y actualmente están degustando
de la visión de Dios (segunda lectura).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">La
«recompensa será grande»; ésta es nuestra esperanza. Pero la realidad del
«reino de Dios» es algo que se ha de empezar a construir hoy, aquí y ahora. El
conseguir que los pobres, los que lloran, los que sufren… sean dichosos es
tarea de toda la comunidad eclesial; no es una realidad que haya que esperar a
la otra vida. De la misma manera la solicitud por la causa de la justicia y de
la paz.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Los
«santos» son todos/as aquellos/as que se han empeñado (que se empeñan), de una
forma o de otra, en que el proyecto de Jesús se haga realidad en este mundo,
que comience a realizarse. Y es posible que algunos/as de ellos/as no sean
conscientes de que estaban (están) contribuyendo a la construcción del «reino
de los cielos», al que estamos llamados, todos y todas, a disfrutar.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-83706890919610836982018-10-23T10:00:00.000+02:002018-10-23T10:00:01.687+02:00Domingo XXX del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 10,46-52<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGLCxMwU1pQYLOMMWXcQ25U91wIAl7qPIeBHvCPje0GeTwr9CBIov7hO3TxhovOl1YClBkAnlu82O1yW5z-gnzPnyaHFl7jUGQ4pL9wcm7kLtUN3o8-fgA38LSx__RHysrYfyz-4ALHA/s320/oracion.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="236" data-original-width="320" height="236" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGLCxMwU1pQYLOMMWXcQ25U91wIAl7qPIeBHvCPje0GeTwr9CBIov7hO3TxhovOl1YClBkAnlu82O1yW5z-gnzPnyaHFl7jUGQ4pL9wcm7kLtUN3o8-fgA38LSx__RHysrYfyz-4ALHA/s320/oracion.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">La
súplica que el ciego Bartimeo dirige a Jesús: «Jesús, hijo de David, ten
compasión de mí», que leemos-escuchamos en el evangelio del domingo, ha pasado
a ser una de las oraciones principales entre los cristianos orientales (y no
sólo entre ellos) y es conocida como la «oración del corazón» u «oración del
nombre de Jesús». Se repite reiterativamente, de forma letánica, al ritmo de
los latidos del corazón. Es una oración que nace de la confianza en Jesús y
produce una gran paz interior.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Nuestro
personaje, en la narración, interpela persistentemente a Jesús. Está convencido
que Jesús puede curarle. Por eso, cuando éste le llama, abandona todo lo que le
ata a su situación anterior, «soltó el manto», y lo hace con toda prontitud,
«dio un salto y se acercó a Jesús» Su gran fe, su plena confianza, su oración
insistente… han hecho posible el «milagro»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<o:p><span style="font-size: large;"><br /></span></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<o:p><span style="font-size: large;">J</span></o:p><span style="font-size: large;">esús
ha hecho que «vea» y no sólo en un sentido físico. Su recobrar la vista se ha
convertido en seguimiento de Jesús: «recobró la vista y lo seguía por el
camino». Hemos de descubrir la fuerza de la oración, la confianza en la acción
de Dios. El Señor es Alguien próximo, que nos ama hasta el extremo.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-22439491303155736092018-10-16T10:00:00.000+02:002018-10-16T10:00:01.698+02:00Domingo XXIX del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 10,35-45<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPYDd8PHfB6C7hRaTWlfdjAzHlSiNGKNOYF7_YUEL80MPCMxpG1VmHI3GS5ZPpT4WH3WYXLkJLwnBtN4upSXT-PUUUn_4chjJORvLNYMS8evebHRPsoGWg_r2m0EtBk24oAXbTgizBww/s200/Washing+Feet+3+(633+x+825).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="154" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPYDd8PHfB6C7hRaTWlfdjAzHlSiNGKNOYF7_YUEL80MPCMxpG1VmHI3GS5ZPpT4WH3WYXLkJLwnBtN4upSXT-PUUUn_4chjJORvLNYMS8evebHRPsoGWg_r2m0EtBk24oAXbTgizBww/s320/Washing+Feet+3+(633+x+825).jpg" width="246" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">La
pretensión de los hijos del Zebedeo, de Santiago y Juan, que nos narra el
evangelio dominical, es de entonces, de ahora y de siempre. Les gusta, nos
gusta, el poder y el reconocimiento social; es humano. El resto, del grupo de
los Doce, se indignan contra ellos, pero en el fondo pretenden lo mismo o parecido.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">En la comunidad de los seguidores y seguidoras de Jesús no
deben ser así las cosas. Eso es lo que les (nos) intenta explicar Jesús. Y
afirma: «el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser
primero, sea esclavo de todos» Es paradójica la aseveración de Jesús.
Manifiesta a la comunidad de los discípulos que el papel de «grande», de
dirigente en la comunidad nada tiene que ver con la forma de entenderlo
habitualmente. No es poder, ni prestigio, ni privilegios, ni nada parecido.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Los que tienen o pretenden alguna responsabilidad en la
comunidad han de ser quienes están a su servicio, más aún, los que se
consideran –y son literalmente– esclavos
de todos. La autoridad así entendida no tiene nada de atrayente, al menos humanamente.
Pero es la que pide Jesús, la que Él vivió: «Porque el Hijo del hombre no ha
venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.»</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-24607646339276639832018-10-08T10:43:00.000+02:002018-10-08T10:43:19.098+02:00Domingo XXVIII del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 10,17-30<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIaFeZjK3itEnoF9O4LMPhxbBglBp8mBlO2G_oLwHMcup9nj60wDTRpG-3YqIjBslDV7CC53cnoildo1jhRpfIEC3V7PJoGfbWi9pd9xPIjad5ZY3jep14XoWJgcJf82wv43SjsVZdTw/s320/Dibujo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="219" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIaFeZjK3itEnoF9O4LMPhxbBglBp8mBlO2G_oLwHMcup9nj60wDTRpG-3YqIjBslDV7CC53cnoildo1jhRpfIEC3V7PJoGfbWi9pd9xPIjad5ZY3jep14XoWJgcJf82wv43SjsVZdTw/s320/Dibujo.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Siempre
me ha llamado la atención la escena del evangelio de este domingo: uno que
pregunta a Jesús sobre la vida eterna. Hoy sería difícil encontrar a alguien
que hiciese esa pregunta. Aunque seguramente la cuestión la podríamos
reformular a un lenguaje más actual: ¿qué puedo hacer para que mi vida tenga sentido?; ¿cómo puedo ser feliz?; ¿qué valor tiene la existencia?; ¿para qué
complicarse la vida, si «esto» son dos días?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Es
posible que algunos respondamos a Jesús también de forma similar al de nuestro
personaje de la narración: «yo ya soy una buena persona»; «ya me preocupo de mi
familia, de los míos e incluso de ayudar a los demás»; «contribuyo económicamente
con una ONG»… Y Jesús también nos mirará con cariño, con un amor sincero.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Pero
aún falta algo para conseguir la vida eterna, para que nuestras vidas no estén
vacías, para que nuestra existencia no sea un ir «tirando» o un «sinsentido».
Jesús nos pide que le sigamos, que hagamos nuestra opción existencial, como lo
hizo Él. Nuestro corazón aún está dividido entre el amor a las cosas, a lo que
poseemos, a nuestras seguridades, al dinero y el seguimiento de Jesús. Sabemos
(intelectualmente) que sólo en Jesús y en los valores que predicó encontraremos
la felicidad, pero no nos terminamos de fiar (existencialmente). Hemos de dar
el paso.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-38696345291074781282018-10-01T10:58:00.000+02:002018-10-01T10:58:58.610+02:00Domingo XXVII del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 10,2-16<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjn4L9FAQ6fqeUsWQsOqgpghdlmd02wU5gvKDbH0dA7BmUWha4ZTa7RdUtJK86jd1M7G4daJJwQyKZSsQzCa2gpSpEY7q8X8PCuwvksTdVlO0i1OGgIzMgTapUesVEXl2XF_UE-_Y9-Q/s400/mujeres.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="400" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjn4L9FAQ6fqeUsWQsOqgpghdlmd02wU5gvKDbH0dA7BmUWha4ZTa7RdUtJK86jd1M7G4daJJwQyKZSsQzCa2gpSpEY7q8X8PCuwvksTdVlO0i1OGgIzMgTapUesVEXl2XF_UE-_Y9-Q/s320/mujeres.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">El
evangelio de este domingo presenta dos escenas distintas, pero complementa-rias.
La primera es una controversia de los fariseos con Jesús por el tema del divorcio;
mientras en la segunda, los protagonistas de la polémica son los discípulos, a
raíz de que algunos/as (seguramente sus padres) quieren que Jesús bendiga a
unos niños.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">En
ambos casos Jesús –como es habitual– se pondrá de parte del más débil, del más
indefenso, del que socialmente tiene menos derechos. La mujer, en la sociedad
judía de la época, quedaba en una situación de desamparo cuando el esposo la
repudiaba, condenada en muchos casos a la pobreza más extrema o incluso la
prostitución, si no tenía familiares que se hiciesen cargo de ella (cosa que
ocurría con frecuencia). Jesús reivindica el plan original de Dios, en la
creación, en que hombre y mujer han sido creados con igual dignidad y derechos,
el uno para el otro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Los
niños, por otro lado, eran los últimos en la escala social. No tenían ningún
derecho, ni eran tenidos en cuenta ni social ni religiosamente, hasta que
llegaban a la mayoría de edad; aparte del altísimo índice de mortalidad
infantil. Jesús se enojará con los discípulos por menospreciarlos. Y afirmará
categóricamente: «Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un
niño, no entrará en él»</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-family: inherit; font-size: large;">Nuestra
forma de ser y de actuar personal y eclesial ha de estar en la línea de Jesús,
si no nos hemos equivocado de Maestro. </span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-76556008824818581772018-09-24T20:21:00.000+02:002018-09-24T20:21:16.694+02:00Domingo XXVI del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 9,38-43.45.47-48<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYY4X4QTb1xlit5nsDNgu6l0kK6IePRYFJI43CBhpsmURZGyj7oWI8oXkLI5wPHt3Pcv_z7U-4pK3PBjZlUTmZOnTo9eCsZJmf3ZnUaLy7sJwQu2GIokrWEbQD7W5yZ71cHm8eF9iyIQ/s400/Feeding_Program-1.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYY4X4QTb1xlit5nsDNgu6l0kK6IePRYFJI43CBhpsmURZGyj7oWI8oXkLI5wPHt3Pcv_z7U-4pK3PBjZlUTmZOnTo9eCsZJmf3ZnUaLy7sJwQu2GIokrWEbQD7W5yZ71cHm8eF9iyIQ/s320/Feeding_Program-1.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">En
la línea de los textos del evangelio de Marcos leídos en los anteriores
domingos, los discípulos no acaban de comprender el mensaje de Jesús.</span><span style="font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Esta
vez la polémica viene porque han encontrado a alguien que actuaba en nombre de
Jesús, pero «no es de los nuestros». Tienen una mirada estrecha; defienden sus
intereses de grupo por encima de todo, incluso de los gestos de bondad, si
quien los realiza es alguien extraño a la comunidad. La perspectiva de Jesús no
admite esas estrecheces de miras. El don del Reino de Dios no es excluyente,
nada tiene que ver con grupismos, aunque sean eclesiales. Todos, todas están
llamados a participar de la «Buena Noticia» de Jesús.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-size: large;">El
mensaje de Jesús es inclusivo, abierto a todos y a todas: «El que no está
contra nosotros está a favor nuestro» Jesús advierte contra una eclesialidad
que ve enemigos en cualquiera que piensa distinto; incapaz de descubrir bondad,
«ráfagas» del amor de Dios en alguien que no es de los nuestros. Hemos de
cambiar nuestra forma de ver las cosas, de juzgar a las personas. Podemos
encontrar «semillas» del Reino donde y en quien menos nos pensamos.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-5741839066737165622018-09-17T20:11:00.000+02:002018-09-17T20:11:08.970+02:00Domingo XXV del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 9,30-37<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxD-u6PHWmO5IcHwL0JO1dvT4-ZDZQlVUWHXM5HRF5w4ApQ7TD5ugLvMiNnHueGXcihVuWxABzoKFZrRmZ7ryH8KRu0MP-v__wZgEJH8Y-oUxMEdzwNslq_qbsAkOT5siE8nhsAwgLoA/s320/IMAG0106.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="241" data-original-width="320" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxD-u6PHWmO5IcHwL0JO1dvT4-ZDZQlVUWHXM5HRF5w4ApQ7TD5ugLvMiNnHueGXcihVuWxABzoKFZrRmZ7ryH8KRu0MP-v__wZgEJH8Y-oUxMEdzwNslq_qbsAkOT5siE8nhsAwgLoA/s320/IMAG0106.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Niños palestinos</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: large;">El tema del Jesús incomprendido sigue siendo la
línea maestra de la narración del evangelio de Marcos, como llevamos viendo
desde hace varias semanas, en los evangelios dominicales.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Jesús, una vez más, les va instruyendo sobre su
final trágico, su escarnio y su muerte, pero, también, sobre su resurrección.
El mal, en el plan de Dios, no tiene la última palabra. En cambio, los
discípulos van discutiendo sobre quién es el más importante. Es la paradoja del
mundo, de la que no escapan los seguidores de Jesús, ni siquiera la primera
comunidad. Frente a un Jesús abierto a todos, comprometido con la causa del
Padre, donde todos los hombres y todas las mujeres son acreedores de la misma
dignidad, ya que todos y todas son hijos del mismo Padre; los discípulos están
preocupados y ocupados en discutir sobre su parcela de poder.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-language: HE;">La respuesta-imagen de Jesús es tajante, no admite
componendas ni interpretaciones reductoras. Pone en medio de ellos un niño,
imagen de lo más débil e insignificante en una sociedad que sólo contaban los
adultos varones. Y afirma: </span>«Quien quiera ser el primero, que sea el
último de todos y el servidor de todos» En la comunidad cristiana el valor de
lo pequeño es lo definitivo, todo lo demás se aparta del mensaje de Jesús.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-46706989928134539042018-09-10T17:25:00.000+02:002018-09-10T17:25:57.347+02:00Domingo XXIV del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 8,27-35<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM7VwguD-XWj2_MPzjZZCptlVzG4XSY2wWRS_vaSHTOWCc-LUHvaPD4zJj40bzyXZ6a5vdVRn8iX0YNp4130bnupRexw5_Ip8gdc4NnpFjeRMmyzv0RcuWjxgcgrMpWYv04ixdUdFQzQ/s400/question.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM7VwguD-XWj2_MPzjZZCptlVzG4XSY2wWRS_vaSHTOWCc-LUHvaPD4zJj40bzyXZ6a5vdVRn8iX0YNp4130bnupRexw5_Ip8gdc4NnpFjeRMmyzv0RcuWjxgcgrMpWYv04ixdUdFQzQ/s320/question.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Comentábamos
la semana pasada el temor de Jesús a la incomprensión de su mesianismo, de su
misión, de su predicación, de sus acciones sanadoras. Y, por eso, pregunta, a
sus discípulos, a los más íntimos, por la opinión que la gente tiene de Él.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Las
respuestas son diversas, quizás insuficientes, pero todas positivas: no debemos
menospreciar las opiniones sobre Jesús entre algunos jóvenes o entre muchas
personas de nuestro entorno actual por el hecho de ser insuficientes; son un
primer paso. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Aunque
a Jesús lo que realmente le interesa es la respuesta de sus discípulos. La contestación
vendrá de labios de Pedro, quien representa la opinión del colectivo: «Tú eres
el Mesías» Pero, ¿verdaderamente, los discípulos han entendido a Jesús?; ¿han
alcanzado a percibir el alcance de su reconocimiento como Mesías? El narrador
tiene interés en señalar que no. La reacción de Pedro, intentando apartar a
Jesús de su final trágico, consecuencia de su predicación y de su forma de
actuar, es prueba de que no han comprendido nada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">La figura de Jesús, el seguirlo, también hoy
produce equívocos e incomprensiones. El ser cristiano implica poner «toda la
carne en el asador», comprometer la existencia en la «buena noticia» predicada
y vivida por Jesús. Y no siempre es fácil.</span></span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-87631636798880915032018-09-04T10:00:00.000+02:002018-09-04T10:00:02.524+02:00Domingo XXIII del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 7,31-37<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyRUjdoKRJWp450WpQTEwxVsJd-Me1GFurOUc_hi-GGJr_MVOUiCjb4QImTHLggvOeXUH4ilwh3KftHXgNbLGVDWRrdci-tUVntGf9yUMmGUtD_37YNeTWkBt-Nxh7vcmajeYijefKkw/s400/Dibujo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="400" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyRUjdoKRJWp450WpQTEwxVsJd-Me1GFurOUc_hi-GGJr_MVOUiCjb4QImTHLggvOeXUH4ilwh3KftHXgNbLGVDWRrdci-tUVntGf9yUMmGUtD_37YNeTWkBt-Nxh7vcmajeYijefKkw/s320/Dibujo.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: large;">En el evangelio de este domingo encontramos dos
temas muy frecuentes en todo el evangelio de Marcos: el mandato de Jesús de
guardar silencio, después de una acción extraordinaria y, por contraste, la
proclamación insistente del hecho por parte de la persona beneficiada, no
haciendo caso de la advertencia de Jesús.</span><span style="font-size: large;"> </span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">El llamado «secreto mesiánico», que no es otra
cosa que la insistencia de Jesús en no hacer publicidad de sus hechos
prodigiosos, responde a la sospecha de que no sea bien entendido su mesianismo.
El mensaje de Jesús no se puede confundir con una fe «milagrera». Sus milagros
no son magia, no buscan impresionar a los presentes, no intentan demostrar
nada; responden al poder de Dios puesto al servicio del ser humano necesitado. Lo
nuclear es la imagen de un Dios misericordioso, solidario con el dolor humano.
Por eso, Jesús se acerca a los enfermos y los atiende, los escucha, los cura;
como lo hará con todos los pobres y marginados.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Pero quien ha sido acogido por Jesús; quien ha
experimentado su fuerza sanadora; el que ha percibido que Dios le ama
personalmente no puede callar, aunque se lo pida el mismo Jesús. La proclamación
del don de Dios, experimentado en la propia vida, responde a un corazón
agradecido. No podemos guardar silencio si Dios ha actuado en nuestras vidas.
¡Y lo ha hecho!<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-57204500637849460762018-08-28T10:00:00.000+02:002018-08-28T10:00:01.955+02:00Domingo XXII del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 7,1-8.14-15.21-23<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xvppnCgkMbc7rKU9D_p55ggw4efxse_19aVn6SliDyw1E5AFkJoosCyeW0tb8xP82RvO0PyFahNdORS_f9ed8LKBXsBx2uCU4O0tPDsRh79CCbGw_66QDOEzMQk04aUZ0BhfKTQgUA/s1600/ritual-washing-hands-passover-seder-using-cup-two-handles-67327298.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="1390" data-original-width="1300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5xvppnCgkMbc7rKU9D_p55ggw4efxse_19aVn6SliDyw1E5AFkJoosCyeW0tb8xP82RvO0PyFahNdORS_f9ed8LKBXsBx2uCU4O0tPDsRh79CCbGw_66QDOEzMQk04aUZ0BhfKTQgUA/s320/ritual-washing-hands-passover-seder-using-cup-two-handles-67327298.jpg" width="299" /></a></div>
<div style="text-align: right;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Después de unas cuantas semanas escuchando el
capítulo 6 del evangelio de Juan, volvemos a Marcos, el evangelio principal del
ciclo litúrgico B, en este año.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">El evangelista nos presenta una controversia entre
algunos fariseos y Jesús. En esta ocasión el tema es la impureza legal. Jesús
contrapone esta impureza a la que proviene de un corazón impuro. No es la
apariencia exterior, lo que haga ante los demás, lo que hace a un hombre o a
una mujer justos, es su actitud interior.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">El tema, que será un lugar común en prácticamente
todos los profetas de la Biblia, es que no son los actos rituales los que nos
hacen mejores. Un culto que no responde a una forma de vivir es algo vacío,
fatuo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">El corazón, en la antropología bíblica, es el
lugar de las decisiones, además del de los sentimientos. Estas decisiones han
de nacer de un corazón puro, en el que no caben la injusticia, el fraude, el
mal, el pecado…, afirmará Jesús. Y todo esto es más importante que unas
practicas rituales, por muy buenas y muy santas que sean. La crítica profética
no es un rechazo del culto, nada más lejos; es subordinar el culto –algo bueno
y necesario– a la justicia y al bien.</span><span dir="RTL" lang="HE"><o:p></o:p></span></span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-5378173994026455432018-08-21T10:00:00.000+02:002018-08-21T12:49:26.591+02:00Domingo XXI del tiempo ordinario, ciclo B - Jn 6,60-69<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFwdQJijkBdTSRN3UHzSKm9tFwqUrdFgsPYs-5yqKauc6dZxKw4xR7Wh8SY3D6jn2MXWT8gBWB8iFT4_0X79wvZd46xNiAUu7tCChA1nQK2azwj_zPYWXnPUbOWfT3__becYo3z8hipA/s1600/llama-velas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="300" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFwdQJijkBdTSRN3UHzSKm9tFwqUrdFgsPYs-5yqKauc6dZxKw4xR7Wh8SY3D6jn2MXWT8gBWB8iFT4_0X79wvZd46xNiAUu7tCChA1nQK2azwj_zPYWXnPUbOWfT3__becYo3z8hipA/s320/llama-velas.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: large;">Continuamos con el capítulo 6 del evangelio de
Juan que inauguramos el último domingo de julio: multiplicación de los panes y
de los peces, Jesús «pan de vida», Jesús eucaristía que se entrega por todos,
etc.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Este domingo el evangelista afirmará que no todos entienden
el mensaje de Jesús, incluso entre sus discípulos, entre sus seguidores:
«muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él», lo
encuentran duro, difícil. Esta es una circunstancia que se repetirá muchas
veces, también en nuestros días. En cuantas ocasiones sentimos cierto complejo
a la hora de manifestarnos como cristianos en nuestros ambientes de ocio, de
amistad, de trabajo… No siempre estamos plenamente convencidos que la sociedad
actual de la tecnología, de la ciencia, de la informática, de Internet, de la
globalización, etc., de la que formamos parte sea compatible con nuestra fe,
con asistir a la eucaristía dominical, con nuestras creencias religiosas. ¡No
cuadra! Sentimos, o podemos sentir, cierto complejo: ¿no estaremos
equivocados?; ¡todo el mundo piensa de otra manera!; ¿porqué yo he de ser
distinto/a?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">La respuesta de Simón Pedro es un reto a nuestras
vidas: «Tú tienes palabras de vida eterna.» ¿Yo también creo que la Palabra de
Jesús es vida eterna? ¿Estoy persuadido/a que sin Jesús mi vida, nuestra vida
es un sinsentido?: «Señor, ¿a quién vamos a acudir?»<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-55873409419565974612018-08-15T10:00:00.000+02:002018-08-15T10:00:00.261+02:00Domingo XX del tiempo ordinario, ciclo B - Jn 6,51-58<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6oEX_oV5v_lM9HPTm2PybkRDAqKUYXUPAAA5Y5VYGREo7vozfxhferqtEbdhnHZdeYz5RrskJOQ0PnUkGHERy2oWpMcif1bSQWOuQMg-Wf1OOyTzCrf_5uQfxDb2NO5rgeJr5fKUOrA/s400/IMAG0063.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="301" data-original-width="400" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6oEX_oV5v_lM9HPTm2PybkRDAqKUYXUPAAA5Y5VYGREo7vozfxhferqtEbdhnHZdeYz5RrskJOQ0PnUkGHERy2oWpMcif1bSQWOuQMg-Wf1OOyTzCrf_5uQfxDb2NO5rgeJr5fKUOrA/s320/IMAG0063.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Continuamos –éste es ya el cuarto domingo– con el
tema de Jesús «pan de vida». En el evangelio de hoy se subraya el aspecto
eucarístico. Jesús se nos da como alimento y como bebida en cada Eucaristía.
Invita a todos, a todas a participar de esta realidad: «el que come este pan
vivirá para siempre.» Es el pan de vida, el pan de vida eterna, sin fin.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">La Eucaristía nos permite pregustar lo que será la
vida eterna, participar de ella, anticiparla en cierta manera. Y para ello,
Jesús se valdrá de dos elementos cotidianos: el pan y el vino. El pan es la
comida de todos, también de los pobres; es un alimento de todas las mesas. Es
un alimento sencillo y cotidiano. Jesús se quiere identificar con él. Es un
alimento para compartir, en el que se hace presente la entrega hasta la muerte
de Jesús.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">El vino es otro tipo de alimento, algo distinto
del pan. Es, en toda la cultura mediterránea, la bebida festiva. En la mesa de
los pobres sólo se bebía vino en las fiestas. La Eucaristía es también
festividad, celebración. Jesús se ha querido valer de estas dos realidades para
«hablarnos» de sacrificio, de amor, de donación, de fiesta, de vida, de
eternidad. La vida cristiana es una invitación a vivir y compartir estas
realidades en plenitud.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-92146167591406425942018-08-13T10:00:00.000+02:002018-08-13T10:00:00.201+02:00La Asunción de María - Lc 1,39-56<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_C1mKJ_P1L_-r2ohEW4xI8EKaP2jSfFhYpi7WdMOM2Mz2GGwb5kDHzY8630Kfzj899d4Ne5RWJI6chS2AnaHlBGMVGR2lJri-KDk55eQM6PGUoJGQoIKvBM3eJwyGu4O535OcCnQLcA/s400/DSCN0813.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_C1mKJ_P1L_-r2ohEW4xI8EKaP2jSfFhYpi7WdMOM2Mz2GGwb5kDHzY8630Kfzj899d4Ne5RWJI6chS2AnaHlBGMVGR2lJri-KDk55eQM6PGUoJGQoIKvBM3eJwyGu4O535OcCnQLcA/s320/DSCN0813.JPG" width="240" /></a></div>
<span style="font-size: large;">María,
en el evangelio de la festividad de la Asunción, aparece como la primera
evangelizadora, la que hace de su vida un servicio a los demás. Ella se «pone
en camino», aprisa, con prontitud. Sabe que Isabel, su parienta, necesita
ayuda, y no se lo piensa dos veces, se dirige hacia Jerusalén, un camino de
varios kilómetros, para ponerse a su servicio. María es la mujer creyente por
excelencia, pero sabe que la fe implica una respuesta generosa, una
demostración de amor de donación. Y, por eso, es «bienaventurada».</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-tab-count: 1;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">María
proclama con su vida y con sus palabras las grandezas de Dios; un Dios que es
grande porque está al lado de su pueblo, al lado de los pobres y necesitados,
porque es el siempre fiel.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-tab-count: 1;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Y
esta actitud de servicio, de disponibilidad, de ayuda la sigue ejerciendo desde
el cielo, al lado de Dios Padre. Sigue atenta a nuestras necesidades,
preocupada y ocupada en ayudar a los que más lo necesitan. Esto es
esencialmente lo que celebramos en la fiesta de la Asunción.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-tab-count: 1;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Al
estilo de vida de María estamos invitados toda la cristiandad. Cuando tres
cuartas partes de la humanidad están viviendo de una forma precaria, sin lo
mínimo necesario; cuando a nuestro alrededor hay tantas personas necesitadas, a
causa de la inmigración, del desarraigo social, de marginación, de la crisis
económica; cuando hay tantas personas que necesitan una palabra de consuelo, de
amor...; y no reacciono, es que no he entendido <st1:personname productid="la Buena Nueva" w:st="on"><st1:personname productid="la Buena" w:st="on">la Buena</st1:personname> Nueva</st1:personname> de Jesús, como la
vivió y la sigue viviendo María.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-28291257758857276162018-08-07T10:00:00.000+02:002018-08-07T10:00:03.987+02:00Domingo XIX del tiempo ordinario, ciclo B - Jn 6,41-51<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4xX11Ldk_eoWyXl3sM-GQucBxb_pX7kKCvNC0nFvmBE_WvSMPwsH1SHJdQGAc57snja_fZ0MAqvL-uMTRw_SK2NhA4dqtvz3p22Jz8tFZflcSeHHk_8NZi66e9qnZ6zY93ah4oMFFiw/s400/IMGP0490.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="341" data-original-width="400" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4xX11Ldk_eoWyXl3sM-GQucBxb_pX7kKCvNC0nFvmBE_WvSMPwsH1SHJdQGAc57snja_fZ0MAqvL-uMTRw_SK2NhA4dqtvz3p22Jz8tFZflcSeHHk_8NZi66e9qnZ6zY93ah4oMFFiw/s320/IMGP0490.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Continúan los diálogos y discusiones con respecto
a Jesús, después de la multiplicación de los panes y de los peces (evangelio de
hace dos domingos); no comprenden –o no quieren comprender– que Jesús sea el
«pan de vida» (domingo pasado).<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Jesús aprovechará para ofrecerles –para
ofrecernos– una catequesis alrededor de dos ideas centrales y complementarias:
la Palabra y la Eucaristía.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">La primera es sobre la Palabra. Invita a sus
interlocutores a leer, a escuchar la Palabra de Dios. Y, por eso, recuerda lo
que han dicho los profetas; invita a escuchar «lo que dice el Padre»; apremia a
creer en la Palabra de Dios: «tiene vida eterna». El que «escucha lo que dice
el Padre y aprende viene a mí», afirmará. Es escuchar y aprender; es escuchar y
llevar la Palabra a la vida. La Palabra nos habla de Jesús, nos acerca a Jesús.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-bidi-language: HE;"><span style="font-size: large;">Y es que Jesús es el «pan vivo», segunda imagen de
su catequesis. Jesús se ofrecerá en sacrificio de amor por todos los hombres y
todas las mujeres. Y esa realidad de amor inconmensurable se actualiza en cada
eucaristía. Es una realidad de amor y de vida: «el pan que yo daré es mi carne
para la vida del mundo.» No podemos separar estas dos realidades, la Palabra y
la Eucaristía: una nos lleva a la otra y viceversa. Ambas juntas –en nosotros y
con nosotros– son capaces de cambiar la sociedad, el mundo, de cambiarnos.</span><o:p></o:p></span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-41636962430051778272018-07-31T10:00:00.000+02:002018-07-31T10:00:13.812+02:00Domingo XVIII del tiempo ordinario, ciclo B - Jn 6,24-35<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFr-1Ee5V-iTvZBxoSeyjpi52mSTO5BsU1JOso8dwfuRDRiaYlBqltYobDYK_7QmGvd6s6UOF4Ybv-5StOlRpysoZDuut6Qew9bN9CTJmQvcIVn2dXEd9NBxGy4eM3xkB0Ce9uectZFg/s1600/EucaristiayBiblia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="897" data-original-width="1196" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFr-1Ee5V-iTvZBxoSeyjpi52mSTO5BsU1JOso8dwfuRDRiaYlBqltYobDYK_7QmGvd6s6UOF4Ybv-5StOlRpysoZDuut6Qew9bN9CTJmQvcIVn2dXEd9NBxGy4eM3xkB0Ce9uectZFg/s320/EucaristiayBiblia.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: large;">Después
de la multiplicación de los panes y de los peces (evangelio del domingo pasado)
la gente busca a Jesús que con sus discípulos ha marchado en barca a Cafarnaún.
Y allí lo encuentran.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Pero
Jesús les echa en cara que lo buscan sólo porque han saciado su estómago,
porque les ha solucionado el problema de ese día. Y la «Buena Noticia» de Jesús
es mucho más que eso. El «Maestro» no está negando la importancia de los bienes
materiales: Él se ha compadecido de ellos cuando no tenían para alimentarse.
Pero quiere que amplíen su perspectiva. Les ofrece «salvación», «vida». El ser
humano, en el fondo, busca respuestas existenciales, tiene «hambre y sed» de
sentido. Las cosas, por muy importantes que sean, no colman esta necesidad, no
dejan satisfecho.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Jesús
les ofrece el «pan de Dios», el único que «da vida al mundo»; sólo este pan es
capaz de saciar. La persona humana, todos y todas estamos buscando –a veces
incluso sin saberlo– respuestas, sentido: «Señor, danos siempre de este pan».
Jesús es la respuesta, la solución definitiva; Él lo afirmará: «Yo soy el pan
de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará
sed.»</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-8394067411118158162018-07-25T10:00:00.000+02:002018-07-25T10:00:02.046+02:00Domingo XVII del tiempo ordinario, ciclo B - Jn 6,1-15<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEXLGkqgeVGClScAvib2MKTz8Kks3ViLjp4U26OLm1PnKwTnxSroZTWop9Mzt0fUwIp_5-T82Ni3z-zIXdFO4Ex4RcjigjrtFDW-owrdzaCN5Lj05ayZvFEqDqlprQ1bDdG-1C9jqsYg/s400/DSCN0705.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEXLGkqgeVGClScAvib2MKTz8Kks3ViLjp4U26OLm1PnKwTnxSroZTWop9Mzt0fUwIp_5-T82Ni3z-zIXdFO4Ex4RcjigjrtFDW-owrdzaCN5Lj05ayZvFEqDqlprQ1bDdG-1C9jqsYg/s320/DSCN0705.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Lugar de la multiplicación de<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "arial" , "tahoma" , "helvetica" , "freesans" , sans-serif; font-size: 12.3648px;">los panes y los peces</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">El
domingo leeremos-escucharemos el «signo» de la multiplicación de los panes y de
los peces, narrado en el evangelio de Juan. Este milagro es referido por los
cuatro evangelistas, con ligeros matices. En este evangelio se habla de «signo»:
«al ver el signo que había hecho…» ¿Signo de qué? El narrador quiere mostrarnos
una realidad más profunda que la que nos proporcionaría una lectura superficial
del texto: Jesús es el «pan de vida»; es alimento para todos; es pan repartido
y compartido; es Pascua definitiva, es Eucaristía.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Curiosamente,
como es señalado con frecuencia en todo el evangelio juánico, los discípulos no
aciertan en focalizar lo esencial de la situación que están viviendo. Felipe sólo
se fija en la cuestión económica: «doscientos denarios de pan no bastan…»
Andrés, en la misma línea, se queja de la escasez de medios, cuando un muchacho
se presenta con «cinco panes de cebada y un par de peces»: «pero, ¿qué es eso
para tantos?» Jesús, por el contrario, ha fijado su atención en la gente, en
las personas, en que hay alguien (en este caso, muchos y muchas) que tiene
necesidad. Eso es lo prioritario. Si no sabemos detectar lo auténticamente esencial,
de nada sirve preocuparnos por los medios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Quedémonos
con esta doble reflexión que hemos señalado: Jesús es la respuesta al «hambre»
de sentido en el mundo, es pan eucarístico para todos; y estemos atentos a
nuestras prioridades: son más importantes las personas que los medios.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-8673546613179361772018-07-22T10:00:00.000+02:002018-07-22T10:00:00.385+02:00Festividad de Santiago, apóstol - Mt 20,20-28<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqfGEdlok8gpTC_7GKSDfb8VQJkrV7RgGShA6MmSfMgy1vP9MrebvHbLOIXSuWP_tUHM6ixoV7fwWvwe_YCmnaPukNB9qGZ98tPr62WAg_c7RhntwgYiYH8AVh0eqRfGRg8scMSHYFaw/s400/santiago.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqfGEdlok8gpTC_7GKSDfb8VQJkrV7RgGShA6MmSfMgy1vP9MrebvHbLOIXSuWP_tUHM6ixoV7fwWvwe_YCmnaPukNB9qGZ98tPr62WAg_c7RhntwgYiYH8AVh0eqRfGRg8scMSHYFaw/s320/santiago.jpg" width="240" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Santiago,
hijo de Zebedeo, hermano de Juan, del grupo de los Doce, morirá mártir por
«obedecer a Dios antes que a los hombres»; por mandato del rey Herodes
(alrededor del año 43 d.C.), que le «hizo pasar a cuchillo» (primera lectura).
Pablo, en la segunda lectura, describirá cómo es la vida del apóstol, de todo
aquel que se empeña en predicar y en vivir, hasta las últimas consecuencias, el
mensaje de Jesús.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Que
lejos queda este momento de la entrega definitiva de Santiago, por amor a
Jesús, de la escena del evangelio de hoy. La petición que Mateo pone en boca de
su madre y Marcos en la de ellos mismos (Santiago y su hermano Juan) no es de
lo más edificante. Es una solicitud de poder, de prestigio, de mando. ¡Muy
humano! Pero no cuadra con la buena noticia de Jesús: «No sabéis lo que pedís»,
les recriminará el Maestro. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="mso-tab-count: 1;"><span style="font-size: large;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">El
camino que les enseñará (que nos enseña) Jesús es bien distinto: «el que quiera
ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser
primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo» Quien tiene la misión de
dirigir en la comunidad cristiana, y todo seguidor de Jesús, ha de estar
dispuesto a servir, a ser esclavo de los demás, a renunciar a cualquier parcela
de poder. Y esto no es una declaración de intenciones que queda muy bonito en
un discurso, sino una actitud irrenunciable. Incluso cuando significa jugarse
la vida por defender a los más débiles, por ser fiel al mensaje de Jesús, como
al final hizo Santiago.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-19237509449390561082018-07-16T18:38:00.000+02:002018-07-16T18:38:16.024+02:00Domingo XVI del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 6,30-34<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipiPgRRckL4NZ8Hizby_ZIYqXYJwceyZ5PKJS1ZzysOU_JbiUwJSzAFIhlTvskAyE3Qu5Q3ubTzbLwJK2f5UUx7M-kclAOrzfW4CizKS9NXJ_Fvjlzonc8ME6GwpBxqZIWaLbpuMjeFQ/s400/Forest.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="400" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipiPgRRckL4NZ8Hizby_ZIYqXYJwceyZ5PKJS1ZzysOU_JbiUwJSzAFIhlTvskAyE3Qu5Q3ubTzbLwJK2f5UUx7M-kclAOrzfW4CizKS9NXJ_Fvjlzonc8ME6GwpBxqZIWaLbpuMjeFQ/s320/Forest.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Las
prisas, el estrés, el deseo de resultados (y si son inmediatos, mejor) nos
pueden quitar la tranquilidad, nos roban la paz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Algo de esto también les pasaba a los
discípulos de Jesús: «eran tantos los que iban y venían que no encontraban
tiempo ni para comer»</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">Jesús
no quiere estas «intranquilidades» Se lleva a los discípulos a «un sitio
tranquilo a descansar un poco»; a un «lugar tranquilo y apartado». Sabe que las
prisas y los agobios no son los mejores compañeros de viaje. No podemos perder
nunca esta perspectiva. Necesitamos personal y comunitariamente tiempo y
lugares de sosiego. Uno de los «pecados» de nuestra sociedad actual es el
activismo, también eclesialmente; pensamos que todo consiste en hacer cosas y
cuanto más, mejor. El evangelio de hoy nos sugiere otro enfoque: momentos de
descanso, de tranquilidad también son necesarios; ¡junto a Jesús!, como los
discípulos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 2.75pt; text-align: left;">
<span style="font-size: large;">No
siempre es fácil. De hecho, Jesús y los discípulos se encuentran que la gente
les ha seguido, se les ha adelantado: ¿adiós al sosiego? Jesús no puede «pasar»
de estas personas, de tanta gente que busca una respuesta para sus vidas. Pero
sí puede «dejar aparcadas» las prisas, la desazón, el desasosiego: «se puso a
enseñarles con calma». Toda una lección de saber hacer.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-1214264746829798992018-07-10T10:00:00.000+02:002018-07-10T10:00:05.927+02:00Domingo XV del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 6,7-13<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu3LJX06O4eH-PsM4B2q1wu2zxQ-0bhQ4mkk_BftMNQhv_c2laC0T87puLiHm4cIrpkbqq3ycX2TjvGYSwu-zhW-9XQk67RWvEEvaA_5avxGHwXacrsurcDGw2wkpEiFQdmDEFpBUOnw/s400/envio2.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="199" data-original-width="400" height="159" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu3LJX06O4eH-PsM4B2q1wu2zxQ-0bhQ4mkk_BftMNQhv_c2laC0T87puLiHm4cIrpkbqq3ycX2TjvGYSwu-zhW-9XQk67RWvEEvaA_5avxGHwXacrsurcDGw2wkpEiFQdmDEFpBUOnw/s320/envio2.gif" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">En el evangelio de este domingo Jesús encomienda al grupo de
los Doce la primera misión apostólica. Los envía «de dos en dos». Es mucho más
fácil cualquier encargo misionero, apostólico, catequético… cuando cuentas con
la ayuda de alguien, cuando tienes la posibilidad de compartir alegrías y adversidades,
éxitos y fracasos. También posibilita el testimonio comunitario, eclesial. No
podemos perder nunca de vista que nuestra labor no puede ser nunca
individualista, la perspectiva eclesial es ineludible.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">La tarea que les encarga Jesús es la de predicar y la de
curar las enfermedades del cuerpo y del alma. La palabra siempre ha de ir
acompañada de gestos. Los gestos, los hechos también «hablan» de la buena
noticia del Reino. Una vida que nos responde a lo que se predica no convence.
La preocupación por las necesidades del prójimo siempre ha formado parte del
anuncio evangélico; con una unión indisoluble.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Y un tercer aspecto resalta el narrador del evangelio: la
pobreza de medios. Llevan «para el camino un bastón y nada más» Con frecuencia
nos frenamos en muchos proyectos porque no tenemos medios, porque «así no
podemos». El mensaje de Jesús, como casi siempre, va en otra dirección.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-73370798816311866602018-07-03T17:15:00.000+02:002018-07-03T21:55:04.273+02:00Domingo XIV del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 6,1-6<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM4yKckveUJIjnsFoCNyMYxOWSRVWtzjnBeEoeYDDb7aUMYACLcCUyzCNNaNXL28ewuPrcwTtPbk11EMctFDUWNTDntlBfwi-C0tvA0wKH1tmHqqL1fiKJXt4NG2Vt4GDH2_9eLiyz5A/s1600/SinagogaNazaret.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="896" data-original-width="1351" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiM4yKckveUJIjnsFoCNyMYxOWSRVWtzjnBeEoeYDDb7aUMYACLcCUyzCNNaNXL28ewuPrcwTtPbk11EMctFDUWNTDntlBfwi-C0tvA0wKH1tmHqqL1fiKJXt4NG2Vt4GDH2_9eLiyz5A/s320/SinagogaNazaret.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sinagoga de Nazaret</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: large;">Jesús, según la costumbre judía, asiste a la liturgia de la
sinagoga del sábado, junto con sus discípulos. Después de las lecturas bíblicas,
Jesús, seguramente en pie, como era costumbre, comenta dichos textos, y lo hace
con una sabiduría, con una profundidad, con una novedad que produce admiración
entre los que lo escuchan.</span><br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Pero esta admiración parece que no es general. Hay un grupo,
sin duda muy influyente, que busca desacreditar a Jesús. Se preguntan, o mejor
preguntan públicamente, en qué es diferente Jesús a los demás, para arrogarse
una dignidad que según ellos no le corresponde. Cómo va a ser el Mesías un
artesano manual, el hijo de una mujer sencilla, que todos conocen, igual que
conocen al resto de su familia. Produce escándalo la pretensión de Jesús.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Jesús se asombra de la incredulidad, de la falta de fe de
sus paisanos. Es imposible que se manifieste la acción de Dios, a través de él,
cuando no hay fe. Sus compatriotas no entienden que Dios se muestre en lo
sencillo, en la humildad, en lo simple. María, su madre, pertenece a la
categoría de los sencillos, de los simples, de los pequeños. Por esta razón la
mencionan los que quieren desacreditar a Jesús en esta escena: «¿No es éste...
el hijo de María?». Con esta pregunta –y con el resto de interpelaciones–
pretenden afrentar, ofender a Jesús, desacreditarlo. Pero nada más lejos de
conseguir lo que pretenden. María, igual que Jesús, precisamente por su
simplicidad, por su humildad, por su fe sencilla, pero profunda, es un auténtico
icono de la acción de Dios.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-66123841071331178272018-06-28T10:00:00.000+02:002018-06-28T10:00:00.203+02:00Domingo XIII del tiempo ordinario, ciclo B - Mc 5,21-43<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjn4L9FAQ6fqeUsWQsOqgpghdlmd02wU5gvKDbH0dA7BmUWha4ZTa7RdUtJK86jd1M7G4daJJwQyKZSsQzCa2gpSpEY7q8X8PCuwvksTdVlO0i1OGgIzMgTapUesVEXl2XF_UE-_Y9-Q/s400/mujeres.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="400" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjn4L9FAQ6fqeUsWQsOqgpghdlmd02wU5gvKDbH0dA7BmUWha4ZTa7RdUtJK86jd1M7G4daJJwQyKZSsQzCa2gpSpEY7q8X8PCuwvksTdVlO0i1OGgIzMgTapUesVEXl2XF_UE-_Y9-Q/s400/mujeres.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">El evangelio dominical nos presenta cómo Jesús cura a dos
mujeres: una de ellas que padecía perdidas de sangre desde hacía doce años, y
una niña gravemente enferma, de doce años (que comienza a hacerse mujer). Es
obvio que el narrador quiere unir los dos personajes, no sólo por introducir un
relato en medio del otro. Las dos protagonistas son mujeres; las dos están
relacionadas por el número doce; ambas son motivo de impureza legal: una por el
tema de la sangre y la otra porque la enfermedad la lleva a la muerte.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Jesús rompe con estos condicionamientos sociales. Les
devuelva a una y a otra la salud y, más importante, las reintegra en el mundo
social y religioso que las marginaba, les devuelve su dignidad de personas que
les habían negado. La opción de Jesús siempre es por los más necesitados,
oponiéndose o ignorando los tabúes sociales que marginan a tantas personas. Las
mujeres eran uno de los colectivos que más sufría la exclusión social, y Jesús
apuesta por ellas. Se les acerca con amor, las libera de todo aquello que las
oprime, las convierte en discípulas en situación de igualdad con los discípulos
varones.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Esa actitud del Maestro también nos interpela a nosotros,
hombres y mujeres del siglo XXI. Nos hemos de preguntar: ¿cuáles son nuestras
opciones?</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-50355854392615428042018-06-25T10:00:00.000+02:002018-06-25T10:00:02.607+02:00San Pedro y san Pablo, apóstoles - Mt 16,13-19<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Wa2c-6C_NkQ7_pZG8dgygDiRnDW7APErzd2ph5R80IhPKDPIcnhGjt391S931vP74yYiMk5zIh5seuxeP-mh8gjTxE9q8c9826RscbgXIQIx4fEPfR6KNld1MrYd6DmTW6avljjaTQ/s320/Pedro+y+Pablo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6Wa2c-6C_NkQ7_pZG8dgygDiRnDW7APErzd2ph5R80IhPKDPIcnhGjt391S931vP74yYiMk5zIh5seuxeP-mh8gjTxE9q8c9826RscbgXIQIx4fEPfR6KNld1MrYd6DmTW6avljjaTQ/s320/Pedro+y+Pablo.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Pedro y Pablo son considerados las dos columnas del
cristianismo incipiente del siglo I, ambos predicadores incansables de la Buena
Noticia de Jesús, los dos mártires del mensaje que cambió sus vidas y su
entorno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">En la liturgia de hoy escuchamos, en la segunda carta a
Timoteo (segunda lectura), cómo Pablo, convencido de su martirio inminente, habla
de su muerte desde una vivencia de la esperanza cristiana que impresiona. Recapitula
su labor apostólica incansable, su plena confianza en la Palabra del Señor, su
esperanza inquebrantable en encontrarse con Jesús después de la muerte, quien
lo «llevará a su reino del cielo»<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Para Pablo el mensaje de Jesús no es una quimera, no es
tampoco unas palabras bonitas ni una ética de máximos, sólo asequible a unos
cuantos, un ideal inalcanzable. Él comprendió que la «Buena Noticia» de Jesús
cambia la existencia, descubre la auténtica alegría y la verdadera libertad, es
capaz de transformar el mundo y las personas que en él habitan. Y empeñó toda
su existencia en esta certeza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Por su parte, Pedro, la piedra sobre la que el Señor
construirá su Iglesia (evangelio) es el mismo que padece persecución y cárcel (primera
lectura), antes de tener que ofrendar su vida en el martirio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Ambos hicieron la opción fundamental por la que vale la pena
vivir y morir.</span></div>
Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1019715081779627096.post-60808757994056934602018-06-18T11:56:00.000+02:002018-06-18T11:56:50.640+02:00La Natividad de Juan Bautista - Lc 1,57-66.80<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLPwU9gDCTlz5A8vPFymPM6wSM6_pDoM6DXeaXAi4EjVO8XprboB-xZPQEjOEa4QE9imo5Bc2HNG7OYj47MyrH9tgHlGtYchP3nc6X1ILNE6OG3FvK9WbHAbWUasyXE21QcDuKka6r-w/s320/Jord%C3%A1n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="264" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLPwU9gDCTlz5A8vPFymPM6wSM6_pDoM6DXeaXAi4EjVO8XprboB-xZPQEjOEa4QE9imo5Bc2HNG7OYj47MyrH9tgHlGtYchP3nc6X1ILNE6OG3FvK9WbHAbWUasyXE21QcDuKka6r-w/s320/Jord%C3%A1n.jpg" width="264" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Río Jordán</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-size: large;">La primera lectura, del profeta Isaías, es un relato de
vocación. Una narración en la que el autor quiere subrayar cómo la elección de
Dios, su llamada, ya se hace presente, en cierta manera, desde el seno materno.
La festividad de hoy quiere recordarnos esto con respecto a Juan Bautista, el
precursor de Jesús (segunda lectura).</span><br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">En la misma perspectiva, el evangelio nos presenta el
nacimiento del Bautista, un nacimiento en el que todos los presentes ―de una
manera o de otra― reconocen la elección de este niño: «¿Qué va a ser este niño?
Porque la mano del Señor estaba con él»</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">¿Esta llamada, la elección es exclusiva de personajes
importantes como el profeta Isaías o Juan Bautista? ¡No!, rotundamente ¡no! Cada
uno de nosotros y de nosotras hemos sido llamados, elegidos por Dios, desde el
seno materno, más aún, desde el principio del mundo, desde toda la eternidad.
Ya entonces Dios nos amaba personalmente: te amaba, me amaba; nos ama.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: large;">Nuestra vida ha de responder a esa llamada personal. La
labor que Dios espera de ti, de cada uno de nosotros y de nosotras, es
insustituible, nadie puede hacerla más que tú. Será más importante o menos
importante a los ojos de la gente, pero para Dios es única. No debo, no puedo
eludir mi responsabilidad en la construcción del Reino de Dios aquí y ahora.</span></div>
<br />Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/01600026837539825520noreply@blogger.com0