Hoy leemos en el evangelio el
«mandamiento nuevo» de Jesús: «Os doy un mandamiento nuevo: que os améis
unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros» Pero,
¿dónde esta la novedad de este mandamiento? Ya encontramos en toda la Biblia,
desde los textos más primitivos del Antiguo Testamento, diversas llamadas al
amor, al amor a Dios y al prójimo. ¿Qué es entonces lo nuevo?
La originalidad la introduce
Jesús con la expresión: como yo os he amado. Jesús nos ha amado, nos ama
hasta las últimas consecuencias, hasta el extremo. Nos ha amado hasta su
entrega a la muerte y muerte de cruz. Es mucho más que el amor como a uno
mismo. Va mucho más lejos del amor de correspondencia. Su amor es definitivo.
No se detiene ni incluso ante la muerte.
Y a este amor es al que invita a
todos sus seguidores. Es el distintivo de los que creen en Jesús. Todos los
demás mandamientos quedan relativizados ante la novedad de este mandamiento. La
medida del amor es desde entonces la del amor de Jesucristo.
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