martes, 30 de julio de 2013

Domingo XVIII del tiempo ordinario - Lc 12,13-21

El evangelio de este domingo nos propone una escala de valores que, con frecuencia, entra en conflicto con los intereses que nos sugieren la sociedad y los diversos medios de comunicación.

Jesús habla de codicia, riqueza, bienes, andar sobrado, darse a la buena vida... Pero, la crítica no está centrada en la persona rica, sino en que el ansia de poseer sea lo central de la existencia: un afán de codicia que ciega la relación con Dios y la preocupación por el otro, por las necesidades del prójimo.

Los medios de comunicación, a través de concursos, programas, cierto tipo de periodismo sensacionalista o rosa..., nos presentan como un bien deseable el dinero y la fama fácil, a cualquier precio, normalmente sin ningún escrúpulo ético. Y, curiosamente, este tipo de programación es el que más éxito cosecha en todas las cadenas televisivas y el resto de mass media.

Las afirmaciones de Jesús van en otra dirección: el sentido de la vida no está en ninguna de estas cosas; la vida no depende de los bienes. La persona se define por lo que es y no por lo que tiene. Nos propone otra forma de riqueza, en la que el poseer, la riqueza, la fama no son lo que hace al ser humano más persona.

1 comentario:

  1. Normalmente en os medios de comunicación solo salen esos "famosillos" del tres al cuatro; los verdaderos famosos no acostumbran a salir en los medios en todo momento, solo en momentos muy puntuales.

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