La escena del evangelio de este domingo transcurre en la
casa de Marta y de María. Jesús es recibido en su hogar por estas dos hermanas.
Estas dos mujeres hospedan al Señor, quieren compartir con él la mesa, pero,
sobre todo, desean escuchar sus palabras, su mensaje, la Buena Noticia del
Reino de Dios.
El
narrador presenta a María escuchando atentamente sus palabras, sentada a sus
pies. Como una auténtica discípula, en situación de igualdad con los discípulos
hombres, escucha, con gran interés, al Maestro Jesús.
Marta,
mientras, está sirviendo, desviviéndose por atender también a Jesús. Y protesta
porque su hermana no la ayuda.
La
respuesta de Jesús no es una crítica del servicio, función que estaba
prácticamente reservada a las mujeres. De hecho, en otras ocasiones, pedirá a
sus discípulos, hombres y mujeres, una actitud de servicio como distintivo de
sus seguidores, sobre todo de los que tienen una función de liderazgo.
Pero
ahora quiere subrayar la primacía de la escucha de la Palabra de Dios, de la Palabra de Jesús. Es una
actitud necesaria para todos sus seguidores, mujeres y hombres. Sin esa escucha
atenta difícilmente se puede seguir el camino de Jesús.
MARTA MARTA TE INQUIETAS POR TANTAS COSAS Y SOLO
ResponderEliminarUNA ES IMPORTANTE MARIA ELIGIO LA MEJPR PARTE QUE NO LE SERA QUITADA. LAS HORAS DEDICADAS A JESUS NO TIENEN PRECIO.