martes, 21 de agosto de 2012

Domingo XXI del tiempo ordinario - Jn 6, 60-69

Con el evangelio de hoy, después de cinco domingos, cerramos el recorrido por el discurso eucarístico de Jesús que nos transmite el evangelio de Juan. Jesús no es comprendido por muchos de sus interlocutores e incluso por gran parte de sus discípulos. Él les echará en cara su falta de fe.

Ante la pregunta de Jesús, al grupo de los Doce, si ellos también lo abandonarán, Pedro dará la respuesta creyente: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios» Jesús es la resolución definitiva, la respuesta a los interrogantes sobre una vida con sentido…

La apuesta por la fe no es fácil, pero vale la pena, da sentido a la existencia. No sé hasta que punto estamos convencidos de ello. La fe implica una respuesta exigente en nuestra vida, donde no caben componendas con el aburguesamiento y el no quererse complicar la vida. En la Eucaristía y en la Palabra de Dios encontraremos la fuerza. 

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