martes, 10 de julio de 2012

Domingo XV del tiempo ordinario - Mc 6,7-13

Al grupo de los Doce, como primera realidad de discipulado, Jesús le envía a compartir su misión. Han de sentirse responsables de que la Buena Noticia de parte de Dios, que ha traído e iniciado Jesús, llegue al mayor número de personas posibles, a todos. Son enviados de dos en dos: la evangelización es más llevadera y más eficaz si hay una presencia comunitaria, aunque sólo sean dos; los personalismos, con frecuencia, son un estorbo, cuando no un peligro. Y son encaminados con pobreza de medios: la conversión es obra de Dios, no de estrategias ni de montajes espectaculares.

Todas estas premisas hemos de tenerlas en cuenta a la hora de la llamada «nueva evangelización» La presencia comunitaria, la pobreza de medios, la confianza en la providencia, la preocupación por las necesidades reales de los destinatarios, la Buena Noticia de Jesús como realidad prioritaria, la alegría de la salvación… han de estar presentes en esta tarea irrenunciable.

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