martes, 8 de mayo de 2012

Domingo VI de Pascua - Jn 15, 9-17

Cúpula del santo sepulcro, Jerusalén
El tríptico de los últimos domingos queda hoy completado: Jesús es bondad (buen pastor), verdad (verdadera vid) y amor (amor de donación). Los seguidores de Jesús estamos llamados a hacer nuestras estas cualidades, a que definan la comunidad cristiana.

Los «mandamientos» que debemos guardar para permanecer en su amor son su Palabra liberadora, amorosa, su plan bondadoso para la persona humana. Jesús es el ejemplo máximo de este amor, de este vivir el plan de Dios: «Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos» El mandamiento es el amor: amar como Jesús, hasta las últimas consecuencias, hasta la entrega de la propia vida.

Jesús no quiere una Iglesia de siervos que su única misión es obedecer siempre, sin cuestionar nada. El desea una comunidad de amigos, de personas libres, que aceptan la Buena Noticia de Jesús y empeñan libremente su vida en llevarla a todos.

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