Continúan los diálogos y discusiones con respecto a Jesús, después de la multiplicación de los panes y de los peces (evangelio de hace dos domingos); no comprenden –o no quieren comprender– que Jesús es el «pan de vida» (domingo pasado).
La primera es sobre la Palabra. Invita a sus interlocutores a leer, a escuchar la Palabra de Dios. Y, por eso, recuerda lo que han dicho los profetas; invita a escuchar «lo que dice el Padre»; apremia a creer en la Palabra de Dios: «tiene vida eterna». El que «escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí», afirmará. Es escuchar y aprender; es escuchar y llevar la Palabra a la vida. La Palabra nos habla de Jesús, nos acerca a Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario