Río Jordán |
Hoy
celebramos el nacimiento de Juan el Bautista. La venida al mundo de un nuevo
ser humano es normalmente motivo de gran alegría. En el nacimiento del Bautista
comparten este gozo con sus padres los vecinos y parientes. Pero no todos son
conscientes, aunque algunos intuyen en él algo especial, de que ha sido elegido
por Dios, desde el vientre materno, para una importante misión: ser el
precursor del Mesías, anunciar la inauguración del Reino de Dios en Jesús.
La
madre, el padre, la familia, los amigos y conocidos se preguntan con frecuencia
ante un bebé recién nacido, como en el caso de Juan Bautista: «¿Qué va a ser
este niño?»
Cada
uno de nosotros ha sido elegido personalmente por Dios. Dios espera mucho de
ti. Y la cuestión no es que seas capaz de cosas extraordinarias. Con facilidad
lo extraordinario dura poco, es como los fuegos artificiales: mucho ruido,
mucha vistosidad, pero todo acaba demasiado rápido. Lo importante es que lo
ordinario, lo cotidiano lo vivamos desde la perspectiva de Dios. Me explico: el
plan de Dios significa que todos los seres humanos se reconozcan como hermanos,
hijos de un mismo Padre. Y esto implica respeto por el otro, preocupación por
sus necesidades y problemas, ponerse en la piel del otro...; y hacerlo de forma
sencilla.
Me parece muy acertada tu conclusion en la praxis humana...solo asi podemos prepararle el camino al Señor!
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