domingo, 23 de junio de 2013

La Natividad de san Juan Bautista - Lc 1,57-66.80

Río Jordán
Hoy celebramos el nacimiento de Juan el Bautista. La venida al mundo de un nuevo ser humano es normalmente motivo de gran alegría. En el nacimiento del Bautista comparten este gozo con sus padres los vecinos y parientes. Pero no todos son conscientes, aunque algunos intuyen en él algo especial, de que ha sido elegido por Dios, desde el vientre materno, para una importante misión: ser el precursor del Mesías, anunciar la inauguración del Reino de Dios en Jesús.

La madre, el padre, la familia, los amigos y conocidos se preguntan con frecuencia ante un bebé recién nacido, como en el caso de Juan Bautista: «¿Qué va a ser este niño?»

Cada uno de nosotros ha sido elegido personalmente por Dios. Dios espera mucho de ti. Y la cuestión no es que seas capaz de cosas extraordinarias. Con facilidad lo extraordinario dura poco, es como los fuegos artificiales: mucho ruido, mucha vistosidad, pero todo acaba demasiado rápido. Lo importante es que lo ordinario, lo cotidiano lo vivamos desde la perspectiva de Dios. Me explico: el plan de Dios significa que todos los seres humanos se reconozcan como hermanos, hijos de un mismo Padre. Y esto implica respeto por el otro, preocupación por sus necesidades y problemas, ponerse en la piel del otro...; y hacerlo de forma sencilla.

1 comentario:

  1. Dios nos ama a todos sin distinción alguna, y a todos nos ofrece un camino para que juntos podamos continuar Su Obra procurando colaborar juntos en nuestra vida para que todos Gocemos ya ahora de todo su Amor.
    Ayudémonos mutuamente cada día, y perdonémonos en lo que de nuestra parte no hayamos correspondido.
    Y ésto nos ayudará vivir cada día esta Fe, la Esperanza, y la Caridad a la qus estámos llamados.

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