María aparece como
una mujer atenta a las necesidades de los demás y, por ello, es capaz de viajar
aproximadamente 130Km (distancia de Nazaret a Ein Karem) para ayudar a su
parienta Isabel, embarazada y ya avanzada en edad.
Nos podemos unir a
los elogios de Isabel a María que no se contentará con solicitar la bendición
de Dios sobre ella, sino que proclamará una de las primeras bienaventuranzas,
alabando la fe de la madre de Jesús: «Dichosa tú, que has creído, porque lo que
te ha dicho el Señor se cumplirá» La presencia de Jesús en el vientre de María
llenará de alegría y del Espíritu Santo tanto a Isabel como al hijo que lleva
en las entrañas.
María es ejemplo de
fe, de servicio, de evangelización, de alegría, de discípula, de apertura al
plan de Dios. Todo un modelo a seguir.
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