El evangelista sitúa la primera manifestación (= epifanía)
pública de Jesús, a personajes no judíos (por tanto, una manifestación con
tintes universales), en su infancia. Ésta es una de las fiestas litúrgicas más
antiguas, y celebra que en Jesús se manifiesta a todos (incluidos los páganos)
la gloria de Dios.
Los sabios venidos de Oriente son imagen de tantos hombres y
mujeres que están buscando a Dios, muchas veces sin saberlo. Y no ahorran en
esfuerzos para lograrlo: unas veces intelectualmente, en muchas otras con un
estilo de vida muy próximo a los valores evangélicos. No podemos, no debemos
minusvalorar a todas estas personas que sinceramente están viviendo como
auténticos «cristianos anónimos», en expresión acuñada por el gran teólogo del
siglo XX Karl Rahner. El evangelista subrayará su empeño frente a la
indiferencia de «los sumos sacerdotes y los escribas del país», los dirigentes
religiosos del momento.
Si, hoy una celebración para unirnos a esos reyes allí... en el Encuentro con el Verdadero Rey. Un Encuentro que nos hace nacer en el espíritu, reconocernos así hijos de Dios Padre... y nbos lleva a dorarle, alabarle, postrarnos y darle como ofrenda nuestra totalidad... lo que tenemos y lo que no tenemos... carencias, falta de salud y de economía...
ResponderEliminarY luego... irnos...como ellos, por "El otro camino"... el de la Verdad y la Vida, Javier.
Un fuerte abrazo y Bendecido Año desde nuestra Fe en Cristo.
Carmen
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