Río Jordán, donde bautizaba Juan |
Dos discípulos del Bautista se convierten en
seguidores de Jesús; a partir de ahora se han de fiar de él plenamente. Es tan significativo
el encuentro que el narrador (¿uno de estos dos primeros discípulos?) recuerda
hasta la hora: «serían las cuatro de la tarde» ¿Nuestra experiencia con Jesús,
con su mensaje, nos ha marcado de la misma manera?
Los nuevos discípulos no pueden callarse lo
que han experimentado. Han de compartirlo con otros: con sus amigos, sus
familiares, sus conocidos. Y así Simón Pedro cuenta a su hermano Andrés:
«”Hemos encontrado al Mesías”… y lo llevó a Jesús»
Nuestro entusiasmo por la figura y el mensaje
de Jesús debe crear en nosotros la necesidad de compartirlo con todos los que
nos rodean. Hemos de recuperar la ilusión y la pasión de nuestra fe, de nuestra
esperanza, de nuestro amor.
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