Comida no permitida: no kosher |
Gran parte de la
denuncia profética, a la que se une Jesús, es la de una exquisita preocupación
por el culto y que no se corresponde a una vida según el plan de Dios, a una inquietud
real por los que pasan necesidad, por la justicia, por los derechos de todas y
de todos… No es una negación de lo primero, bueno y necesario, sino de
priorizar lo segundo que da sentido a una oración y un culto auténticos. En
nuestras comunidades corremos el peligro de caer en lo mismo que Jesús
recrimina a los fariseos (personas, por cierto, muy religiosas y cumplidoras):
¿qué es para nosotros lo prioritario?
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