Lugar de la multiplicación de los panes y los peces |
Jesús da de comer, de forma extraordinaria, a todos los presentes, hasta saciarse. Sólo el alimento eucarístico sacia las ansias de eternidad del ser humano. El milagro es posible a partir de la pobreza de medios de la comunidad: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?» El Maestro se servirá de estos medios (necesarios, aunque insuficientes) para dar de comer a la comunidad humana, incluso sobrando. Los cinco panes, los doce cestos, los cinco mil que comieron no son simplemente números; son signos de la realidad comunitaria: cinco es el número de la Torá (los cinco primeros libros de la Biblia, el plan de Dios) y doce es el número de las tribus de Israel y del grupo de los Apóstoles (la comunidad creyente). Toda una catequesis eucarística y del compartir.
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