Río Jordán, lugar del ministerio de Juan Bautista |
La
elección por parte de Dios es desde siempre; también la nuestra. Dios ha
pensado en cada uno de nosotros y de nosotras, nos ama personalmente desde toda
la eternidad. La voluntad salvífica divina es la felicidad de todos los seres
humanos sin excepción: todos somos sus hijos e hijas. Nosotros hemos sido
llamados, elegidos para que esta realidad sea posible. Es nuestra misión el que
todos gocen de la Buena Noticia de Jesús; de la dignidad que todas las personas
humanas compartimos. Juan Bautista fue consecuente con esta vocación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario