Arbusto de mostaza, Galilea |
El reinado de Dios, la
realidad que ha inaugurado Jesús crece, de forma sencilla y acompasada, casi
imperceptible pero sin detenerse, hasta que «el grano está a punto» Y, también,
se asemeja a la semilla de mostaza que siendo algo pequeño, ínfimo, es capaz de
producir un arbusto (no un árbol espectacular) en el que en sus ramas «los
pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas»
Nosotros
estamos acostumbrados, nos gustan las cosas de otra manera. Deseamos ver los
frutos rápidos, de forma inmediata y que estos sean vistosos, espectaculares,
que dejen a todos boquiabiertos. Pero la forma de actuar de Dios, de Jesús es
otra. Lo importante, lo esencial no es la grandeza sino la acogida, no es lo
pretencioso sino la capacidad de servicio. Ésta es la Iglesia que quiere Jesús,
con la que en algunas ocasiones nos cuesta identificarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario