Lugar de las tentaciones |
Los medios de comunicación,
hoy más que nunca, nos presentan en muchas ocasiones unos «valores» a seguir
que no están nada lejos de esta narración.
El mensaje de Jesús y su
actitud están a años luz de esta perspectiva; ¿nosotros estamos dispuestos a
rechazar estas tentaciones, a ejemplo de Jesús? Él nos propone la grandeza de
lo ordinario, de lo cotidiano, frente a la vanidad de lo extraordinario; la
importancia y el valor de lo sencillo frente a las ansias incontenibles de
poder y de éxito; y la valía del trabajo diario, del esfuerzo continuo, frente
a la búsqueda de la fama inmediata.
Sólo Dios es digno de
culto, de alabanza, de adoración. No podemos perder de vista nunca este
enfoque: no podemos poner en el lugar de Dios la inmediatez, el poder, el dinero,
la fama. Entre otras cosas porque nada de esto da la felicidad.
Pero, la tentación no
descansa. Siempre busca una mejor oportunidad, e igual que en el caso de Jesús
se va hasta otra ocasión más propicia. No podemos bajar la guardia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario