La proclamación del
reinado de Jesús es ante el tribunal de Pilato, que lo condenará a muerte.
Jesús entiende su potestad como servicio, como entrega, como donación incluso
de la propia vida; así Jesús es rey.
¿Cómo entendemos
nosotros nuestras responsabilidades sociales o eclesiales? Estamos llamados a
seguir el estilo y la forma de actuar de Jesús: somos su discipulado. Si en
nosotros hay búsqueda de poder, dominio o prestigio es que no hemos entendido
la Buena Noticia de Jesús.
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