Voluntarios en Haití |
Los que
llevan al paralítico han pasado la prueba de la fe, se fían plenamente de Jesús
y de su Palabra, confían, sin fisuras, en que Jesús escuchará sus suplicas, se
apiadará de la necesidad de su amigo. Son capaces de entrar a su amigo, a donde
está Jesús aunque sea abriéndose camino por el techo. La fe, la amistad, el
amor sincero no conocen de barreras ni de impedimentos. Igual alguno de nosotros,
ante las múltiples dificultades, hubiese comentado o pensado: ¡es imposible! Es
probable que nos falte fe y amor de verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario